Sé que para muchas personas parece un asunto casi mítico e
imposible, el germinar las semillas de una tillandsia; pero no es así.
Simplemente se deben seguir algunas reglas simples para lograr germinar las
semillas y obtener pequeñas plántulas de ½ centímetro de altura.
Empecemos por lo más básico, que es tener semillas frescas y
recién cosechadas de nuestras plantas. Estas deben ser de apariencia plumosa y
contar con una pequeña semilla en uno de sus extremos.
No hay una temporada especifica en el año para cosechar las
semillas, pues la madurez de las
capsulas y por ende de las semillas, depende de cada especie de
tillandsia en particular.
Algunas tardan algunos meses, otras se toman un año o dos
para madurar y liberar sus semillas.
Como quiera que sea hay que estar muy pendiente de nuestras
plantas, generalmente las semillas serán liberadas, justo cuando las capsulas
que las contienen se tornan de color café claro en vez de verde.
Una vez que al capsula maduro, empezara a abrirse y mostrará
una serie de semillas aladas, perfectamente compactadas y empaquetadas. Las alas
de la semilla son esos pelos que empezaran a desplegarse conforme vayan
perdiendo humedad y hacen posible la dispersión de la semilla por medio del
viento. Las alas también cumplen otra función que es la de anclar a la semilla
al nuevo sustrato en el cual se asiente.
Regresando a la cuestión de la germinación. Una vez
cosechadas las semillas, las vamos a remojar por un par de horas en agua limpia
en un frasco limpio con tapa. Después de pasado el tiempo, debemos retirar
cuidadosamente el agua (amarilla) que contenía el frasco y volver a ponerle
agua nueva a las semillas. Repetiremos el procedimiento cada 2 días por 1 a 3
semanas. Es muy importante usar agua limpia e instrumentos lo más limpios
posibles para evitar cualquier fuente de contaminación bacteriana o fúngica,
que pudiera perjudicar la germinación y crecimiento de nuestras semillas.
La primera señal de germinación de nuestras semillas de
tillandsia es el aumento de tamaño en uno de los extremos de la semilla. Poco después
esta zona de la semilla se tornara completamente verde y formara la primera
hoja de nuestra nueva plántula de tillandsia.
Una ves que ya germino, podemos proceder a montar las
semillas en un cordel de estambre, que se mantenga péndulo sobre un pequeño
estanque de agua como en la foto.
Recuerden siempre mantener limpio todos sus materiales,
pudiendo esterilizarlos en autoclave o desinfectarlos con una solución de
hipoclorito (cloro) al 20% v/v. (también se puede desinfectar la semilla recién
germinada, pero tengan cuidado con el tiempo de desinfección, no màs de 20
minutos.)
La semilla pasara al menos un mes en la botella, antes de
que forme su siguiente hoja y al menos 6 meses antes de poder ser lo bastante
grande y fuerte para salir de la misma.
Una vez que las plántulas alcanzan los 0.5 cm, podemos
sacarlas de la botella y amarrar el cordel de estambre a un palito de encino,
pino, tepozán; con el fin de que las plántulas se sujeten a este y continúen su
desarrollo.
Las tillandsias así montadas, deberán protegerse del viento
fuerte, el sol fuerte, y mantenerse en una atmosfera fresca con humedad atmosférica
media a moderada.
Después de 2 años, ya podremos separarlas y plantarlas de la
manera que más nos guste en un tronco o
en roca.
Hagan sus propios experimentos y mucha suerte!
Por un mundo lleno de Tillandsias!